lunes, 14 de abril de 2008

JOE ZAWINUL en el I.M.T.


El pasado 11 de septiembre falleció Joe Zawinul, uno de los grandes del Jazz de todos los tiempos.
El cancer se llevó al gran Zawinul del que afortunadamente pudimos disfrutar en dos ocasiones en el I.M.T. en los últimos cinco años.

Sus visitas al I.M.T. fueron fuente de sabiduría musical para nuestros alumnos y se convirtieron en dos de los acontecimientos más importantes dentro de la historia de nuestra escuela.

A continuación os ofrecemos un resumen de lo que Joe Zawinul contó a nuestros alumnos en uno de nuestros “Question and Answer” celebrado el 5 de septiembre del 2002.
RECORDANDO A JOE ZAWINUL

Todos estábamos muy expectantes. El increíble músico con el que nos íbamos a encontrar es una de la leyendas vivas del jazz todavía en activo.

Su paso por el grupo de Julian Cannonball Adderley y por la banda de Miles Davis, fueron definitivos y significaron nuevos aires en la historia del jazz. Tras Miles Davis creó el primer gran grupo de fusión, la Weather Report, mezclando sabiamente el jazz, el rock o las músicas étnicas.

El hombre al que nos acercábamos se llama Joe Zawinul, uno de los más importantes creadores de música de todos los tiempos.

Tuvimos dos encuentros con Joe Zawinul el mismo día. El primero tuvo lugar en un ring de boxeo, con motivo de la rueda de prensa organizada por Indigo Records para todos los medios; el segundo, en uno de nuestros “Question and Aswer” en el IMT.

IMT: Estamos en una escuela de música y puede que muchos de nuestros alumnos no conozcan su obra. Por eso, si nos permite, vamos a comenzar por sus inicios. Nace en Austria, zona claramente identificada por el mundo de la música clásica, ¿Qué es lo que le lleva al jazz?.

JZ: Es verdad que cuando se habla de Austria o de Viena, pero la realidad es que es una zona muy rica en estilos musicales. Tiene un grandísimo folklore, hay música gitana y hay mucha mezcla de músicas de la zona, Rumanía, Bulgaria, Eslovenia, Checoslovaquia. En la calle se tocaba de todo. Yo empecé tocando el acordeón y lo que tocaba era una increíble mezcla de todo tipo de músicas.

IMT: ¿Cómo fueron sus comienzos con el piano?

JZ: Pues fueron realmente difíciles. Cuando en la Segunda Guerra Mundial, Hitler se anexionó Austria, hicieron unas pruebas para becar a chavales para ir al conservatorio. Yo tenía un muy buen oído, y me cogieron. Nos bombardeaban todo el día. Por el día los americanos y por la noche los británicos.


En los últimos meses de la guerra nos evacuaron a los mejores alumnos del conservatorio a un palacio en Checoslovaquia. Sólo podíamos escuchar y tocar música clásica, el jazz estaba prohibido. Una noche, a escondidas, uno de los alumnos toco el clásico de jazz “Honney suckle rose”. Fue lo primero que escuché de jazz.

Fueron tiempos muy muy difíciles. Nuestros profesores eran oficiales de la Gestapo que al perder algún miembro no podían ir al frente. Nos levantaban a las cuatro de la mañana y teníamos clase hasta las cinco de la tarde, todo esto a temperaturas bajo cero, con varias horas de marchas en medio.

Cuando terminó la guerra, tenía trece años, me fui a vivir a casa de mi abuela en un pequeño pueblo y allí me pusieron a trabajar de enterrador de soldados muertos. Fueron tiempos muy difíciles. Creo que es muy bueno haber nacido pobre y pasar verdaderas penalidades, ya que esto te sirve para aprender muy pronto que es lo que verdaderamente merece la pena en la vida y apreciar lo bueno que te da la vida. No importa ser pobre si tienes buen corazón y cabeza.

Después volví a Viena pero mi piano había sido destruido por las bombas, así que iba a tocar a casa de un vecino que tenía un buen piano y una excelente colección de discos de jazz. En Viena toqué mucho con grupos de jazz y sobre todo en bodas con mi acordeón para ganarme la vida.

En 1959 conseguí una beca para estudiar en la Berklee de Boston. La beca era para cuatro meses pero a las dos semanas ya estaba tocando con mucha gente y abandoné la escuela. Trabajé con Dinah Washinton dos años, después estuve 8 ó 9 años con el gran Julian Cannonball Adderley y después con Miles Davis hasta que creé junto a Wayne Shorter la Weather Report. Tras varios años cree mi propio grupo el Zawinul Sindícate. Esa es mi historia en breve.

IMT: Cuando se reúne con Wayne Shorter, deciden salir del grupo de Miles Davis y crear el super grupo de jazz fusión Weather Report.

JZ: Yo nunca estuve de gira con Miles Davis, sólo grabé los discos. Shorter quería hacer su propia música y yo también, así que creamos la Weather Report después de grabar “In a Silent Way” con Davis. No teníamos muy claro hacia donde ir, pero lo que si teníamos claro es que íbamos a hacer muy muy buena música. Sólo queríamos hacer algo verdaderamente propio.

IMT: ¿Qué se puede encontrar en su último disco “Faces and Places”?

JZ: Un viaje, mi música es un viaje por todo el mundo. He visitado muchos lugares en los últimos años que me han influenciado. No me inspira la música de cada lugar del mundo, sino sus ambientes, sus gentes, sus caras, las voces de la gente; eso es lo que me inspira realmente. Todo el disco está basado en improvisaciones inspiradas en todas esas emociones.

IMT: En que ideas se basa para improvisar y que procedimiento tiene para llevar esas ideas a la improvisación?

JZ: El sonido, el sonido siempre. Ideas ninguna. No hay nada en la mente. Cuando hago algo para un disco suelo ensayar con los teclados. Pongo una pista a modo de metrónomo y luego programo el sintetizador con sonidos de batería y percusión. Una vez hecho esto improviso ritmos diferentes, luego añado sonidos de bajo y demás y ya sólo queda llamar a mis chicos para que vuelvan a improvisar sobre lo hecho. La primera idea creada siempre está en mis discos.

Todo este proceso es rapidísimo, al día puedo crear 9 o 10 melodías que luego utilizo o no. Olvidaros de sentaros a escribir música y todo ese rollo, probad a improvisar, es más rápido que escribir. El sentimiento y el corazón es más rápido que el cerebro. Es mucho más directo y fluye de ti. Admiro mucho a Wayne Shorter, él es de los que se sienta para escribir y escribe muy buenos temas, pero le lleva mucho tiempo, y yo no tengo ya mucho tiempo para perder .

Si he tenido ganas algunas veces de volver a retocar lo que ya había terminado para mejorarlo, pero no lo hago nunca. Siempre me resisto, lo primero que te sale es lo mejor. En directo la cosa es distinta, los temas crecen a diario y la verdad es que para mi es imposible repetir las melodías de mis discos.

IMT: ¿Cómo compone? ¿Cómo utiliza los sonidos?. Por qué si hay algo definitivo a lo largo de toda su carrera es el sonido, su propio sonido, el ser diferente, siempre ha sido una constante....

JZ: Nunca se hacia donde ir. Todo está improvisado. Para empezar sólo necesito un sonido. Sí, sigo sampleando yo mismo los sonidos. En el último disco hay varios sonidos acústicos de acordeón y de flauta que sólo yo utilizo porque yo he fabricado ese sonido.

IMT: ¿Cuándo y por qué decidió pasar del sonido acústico al eléctrico?

JZ: Lo decidí muy pronto porque siempre me gustaron mucho la variedad de registros que tenía el acordeón. En el conservatorio no tenía más remedio que tocar el piano. Cuando era pequeño con siete años mi padre me llevó a ver a un amigo que tenía un bar, allí encontré muchos trozos del fieltro de la mesa del billar. Los robé y se los metí al acordeón y su sonido cambió radicalmente. Siempre me ha gustado mucho experimentar con el sonido, con Julian Cannoball metía lápices, panderetas y todo tipo de cosas dentro del piano para cambiar su sonido. Os lo recomiendo, usar papeles, telas, lo que sea, se consiguen sonidos muy interesantes y diferentes.
Ahora es distinto, tenemos millones de sonidos, todo depende del buen gusto y de la imaginación de cada uno. Los teclados no son un piano. Es otro instrumento totalmente distinto. No deberían ser tocados por un pianista, me gustaría que los tocaran trompetistas o saxofonistas que sólo se fijarían en el sonido y no en la técnica. No es tan fácil tocar un sintetizador.

IMT: En sus discos trabaja habitualmente con músicos jóvenes de otra generación. ¿Hay diferencias de trabajar con Miles Davis, Cannonball Adderley o Wayne Shorter a trabajar con estos músicos más jóvenes?.

JZ: En música no hay generaciones, hay músicos buenos y malos. Toda la música fue improvisada y todos ellos pudieron hacerla. Victor Bailey, Richard Bona, Paco Sery son increíbles músicos, son los mejores. Ya no quedan antiguos, solo Shorter que cada vez toca mejor. Lo que importa es el tiempo que llevas en la música, tu experiencia.

IMT: ¿Son igual de creativos los músicos de ahora y los de antes?

Los jóvenes de ahora creo que no son nada creativos. Tocan increíble, tocan muy bien, son muy buenos con su instrumentos pero son poco imaginativos. No tienen “punch”, no hay corazón, no hay energía. A gente como Wynton Marsalis les falta garra, les falta corazón, sólo tienen técnica, te dejan frío. Si se les junta a gente buena si trabajan bien. Sonny Rollins o Wayne Shorter sí son grandes, rompen con todo, siguen creando cosas nuevas.

IMT: No cree que la dificultad que tienen los músicos jóvenes de ahora es que ya está todo inventado en el jazz?

JZ: Crear es muy difícil, pero es posible. El problema es que oigo discos de gente nueva y parece que estoy escuchando un disco de los años cincuenta. Todos los momentos son distintos y cada persona es distinta. Todo el mundo tiene una historia distinta que contar. Siempre hay que evolucionar.

IMT: ¿Podría decir un músico definitivo o el más influyente?

JZ: Me es imposible decir sólo uno. He aprendido mucho de Louis Amstrong, Duke Ellington, Miles Davis. Eran increíbles músicos, siempre creando, siempre en tensión creadora. Sabían donde parar y hacia donde ir siempre.

IMT: Usted admira a Miles Davis y ha dicho que aprendió mucho de él, pero mucha gente dice que realmente fue Miles quien aprendió mucho de usted.

JZ: (Sonriendo y levantando las manos) Probablemente...

IMT: Miles Davis dijo que usted era el blanco más negro que había conocido jamás.

JZ: Si lo dijo él..... En otro aspecto, lo que si te digo es que durante mucho tiempo si que fui el único blanco en un grupo negro. Todavía recuerdo salir corriendo de los clubs porque venía a atacarnos la gente del Ku-Klux Klan. Con Cannonball Adderley tocamos una vez en Baltimore y en el bolo teníamos tres pases. En el primero observé que sólo había blancos en la sala y que los negros miraban a través de las cristaleras desde fuera. Viendo esto le dije a Cannonball que si no entraban los negros no tocaba más. Conseguimos que entraran para lo dos siguientes pases, pero al día siguiente mataron al dueño del club.

IMT: Suele trabajar mucho con músicos africanos. ¿Cuál es la razón?

JZ: Principalmente porque son gente muy buena aunque la verdad es que no me importa de donde sean. Lo que ocurre es que es gente que ha crecido oyendo mi música, en Africa circulaban mucho las cassettes de la Weather Report. De hecho, todo el mundo allí pensaba que era un grupo africano y que yo era un zulú. Etienne Mbepa mi nuevo bajista se quedó horrorizado cuando supo que Jaco Pastorius era un hombre blanco. No podía imaginar a un blanco tocando así. Los conocí a todos cuando produje un disco de Salif Keita y descubrí que todos ellos conocían muy bien mi música.

IMT: ¿Qué piensa de las escuelas de música?

JZ: Las escuelas son muy importantes y necesarias. Pero tienen que detectar el talento de la gente y hacer que busquen su propio camino creativo. Creo que las escuelas están creando muchos músicos en serie, todos iguales. Todo el mundo hace lo mismo, muchas notas todas seguidas a toda velocidad, sobretodo cuando se toca jazz. No todo es tocar, si tienes una escuela recomienda a tus chicos que salgan a la calle, absorban lo que ven y lo plasmen en su música. También tienen la culpa los sellos discográficos, antes los managers eran gente creativa, que descubrían el talento porque amaban y creían en la música. Ahora sólo importa el dinero, el negocio. Sólo hay marketing. Los medios de comunicación aúpan a los músicos a la fama, y no es su música como antes, la que hace que sean los mejores. En las escuelas hay que decir a los alumnos que no todo está en los ejercicios o en la música. Salid a la calle y empaparos de todo, de la gente, de las plazas, de los ambientes.

IMT: Thelonious Monk decía respecto a su producción discográfica que nunca estaba satisfecho de ninguno de sus discos. Que el estar satisfecho con sus discos le eliminaría la posibilidad de progresar musicalmente y avanzar hacía delante. ¿Cúal es su opinión respecto a esto? ¿Tiene algún favorito de entre todos sus discos?.

JZ: Si estoy contento en el sentido de que pongo lo mejor por mi parte en cada uno de ellos. Lo que ocurre es que nunca vuelvo a escucharlos.

IMT: ¿Qué música escucha Joe Zawinul?

JZ: Ninguna, no escucho música. Sólo cuando mis músicos me la ponen o me muestran sus trabajos.

IMT: En el año 2000 compuso “Mauthausen. Crónicas desde la Cenizas”, un oratorio homenaje a las víctimas del campo de concentración nazi y también tocó en el mismo campo para 8 mil personas en el 50 aniversario de su creación. ¿Que sintió en medio de todo esto, en la elaboración de la música y en el concierto?.

JZ: Fue un periodo muy fuerte de la historia de Austria. El saber lo que ocurrió nos hizo sentir traicionados y engañados. Hice ese disco y el concierto para saber más e investigar lo ocurrido y descubrí que todavía había sido peor de lo que pensaba. Hice una inmersión en el campo. Fui en invierno a recorrer el campo en camisa y sentir, a mi modo, lo que allí había. Todo fue emocionantemente impactante. Yo viví aquella época y recuerdo los sonidos de las marchas militares, el sonido de los nazis. En dos días grabé el disco, salió inmediatamente. Mucha gente no soporta escucharlo. De echo no se ha editado realmente. Todo está muy fresco todavía. Me duele profundamente hablar de todo esto, me hace mucho daño.

IMT: ¿Cuál es su relación con el boxeo?

JZ: Todas las semanas voy a un gimnasio a practicar, pero no soy un boxeador. No quiero fotos mías con guantes porque respeto mucho a los boxeadores. Yo boxeo habitualmente y respeto mucho esa profesión. Es mi hobby, me divierte, pero mi trabajo es la música. Para mi están unidos porque son dos cosas que me gustan mucho. A los boxeadores siempre les ha gustado mi música, Mohamed Ali venía mucho a mis conciertos, y seguro que nunca se sacaría una foto tocando el piano.

IMT: Para finalizar y dado su gusto por el boxeo: ¿Quién hubiera ganado en un combate entre Miles Davis (otro asiduo practicante de este deporte) y usted?

JZ: Hum, seguro que yo (risas). Miles era muy bueno, en un combate tumbó al batería Max Roach, que era un tipo bastante más robusto que él. Pero yo tenía mucha mejor técnica que él.


Fotos y Entrevista I.M.T. © 2008